Jorge Mingorance: Arquitectura, Diseño y Urbanismo

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_ REORDENACIÓN RECINTO FERIAL DE ALBACETE Y ENTORNO _

Concurso. Ordenación urbana
2010
Promotor: Ayuntamiento de Albacete
Localización: Albacete

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El origen de la feria de Albacete se remonta al siglo XV, a raíz de la evolución de un mercado o feria de carácter ganadero. Tras la concesión del privilegio de Feria Franca por el rey Felipe V en 1510, dicha feria se celebraba de manera alterna, dos días en la ciudad y el resto en el paraje conocido como Los Llanos. Finalmente, en 1783 se construyó un edificio para albergar esta actividad, y sería a partir de 1784 cuando la feria pasó a celebrarse de manera definitiva en el casco urbano.

La celebración de ferias y mercados ganaderos fue durante siglos una actividad comúnmente extendida por numerosos territorios y comarcas de la geografía española. Lo que ya no es tan habitual es que, una actividad eminentemente nómada y trashumante y su medio de transporte más primitivo, la carreta o carromato, fuesen capaces con el paso del tiempo de llegar a “construir” en la ciudad una suerte de tradición tal que acabara materializándose en la edificación del actual inmueble del ferial, reconociéndose e instaurándose el
mercado y la feria como un acontecimiento perenne tanto en el calendario como en el imaginario popular, y en el patrimonio cultural, etnológico y edilicio local.

El entorno del ferial tal y como se nos presenta hoy, alberga un uso esporádico durante dos semanas al año, con una potencia tal que condiciona y coacciona la vida en este ámbito y del edificio del ferial durante el resto del año. Si a este hecho le unimos el grado de protección integral asignado al inmueble, las posibilidades de intervención sobre el mismo se reducen significativamente. No obstante, es necesario meditar sobre la necesaria intervención en este entorno, ya que el extremo potencial del mismo se encuentra actualmente adormecido, y la oportunidad de activar este área y explotar sus posibilidades mediante la creación de una “plataforma” que permita la relación abierta y multidireccional entre personas durante todo el año no debe ser desaprovechada.

Si en el pasado una actividad itinerante y efímera fue capaz de generar una tradición y provocar la construcción del ferial de Albacete, nosotros hoy entendemos conveniente proceder de una manera análoga. Esto es, para explotar el potencial del ámbito de estudio, provocando su uso y disfrute continuado durante la totalidad del año, para poner en valor, rehabitar y reactivar el inmueble del ferial y su entorno, primero vamos a provocar una demanda de uso mediante la inoculación de un “germen”. Este germen o huésped será móvil, efímero y transportable, reconfigurable y versátil, para poder acomodarse a un entorno definitivamente consolidado por la historia y resguardado por el planeamiento urbanístico. Un germen que además será capaz de desvanecerse cuando la ocasión lo requiera, dejando todo el espacio libre para el desarrollo todos los años de la feria, y que una vez transcurrida ésta, volverá a hacer acto de presencia. Cada temporada será igual pero distinto, pues podrá reinventarse y explorar nuevas configuraciones, nuevos modos de
ubicarse y de relacionarse internamente, con su entorno y con la ciudad.

Una suerte de congregación de “carretas” reinterpretada, cuyo objetivo radica en la creación de una aldea productiva cuyo funcionamiento, evolución y afluencia acabarán generando una demanda de espacios y actividades complementarias que utilizaremos para poner en valor y uso continuo el inmueble y su entorno, actualmente vacío y desaprovechado la inmensa mayoría del año. Así, nuevamente lo efímero acabará consolidando lugares, costumbres y hábitos, y se utilizará como herramienta de intervención no
agresiva sobre un bien patrimonial.

El objetivo de la propuesta radica en la implantación en el entorno del ferial de Albacete de un parque móvil productivo, un vivero de empresas materializado en la construcción de módulos transportables incubadores, capaces de ofertar espacios de trabajo versátiles para jóvenes emprendedores y empresas o negocios emergentes. Estos módulos, que podrán ser arrendados en diversas modalidades, se ubicarán de manera aleatoria por todo el ámbito de estudio, provocando asociaciones libres entre trabajadores y abriendo la puerta a
la experimentación y ensayo de alianzas entre las empresas y los profesionales, generando un framework o paisaje productivo que colonizará temporalmente el espacio público. Todos los años, al celebrarse la feria, dichos módulos transportables se desplazarán temporalmente para dejar paso a la celebración de los festejos, y durante estos días podrán reubicarse en otras áreas libres de la ciudad: polígonos industriales, vacíos urbanos, campos de fútbol, patios accesibles, etc.

Y para que no todo sea trabajar, y podamos explotar al máximo las posibilidades de ocio, relación, intercambio, esparcimiento y descanso del espacio público, se propone asimismo el empleo de dos herramientas complementarias: tapices de actividad y umbráculos escamoteables. Al igual que los módulos de trabajo, ambas parten de la premisa de no interferir en el desarrollo anual de la feria. Así pues, son dispositivos para el ocio y el descanso que colonizan de manera efímera el espacio público generando áreas de sombra y
actividad, y que en el caso de los tapices, podrán renovar su emplazamiento, configuración y uso año tras año, cuando vuelvan a “apoderarse” del espacio público tras la feria, rememorando la celebración del Corpus Christi en poblaciones de la sierra albaceteña, donde las plazas y calles que configuran el recorrido de la procesión se cubren por bellos mosaicos de alfombras y tapices florales.

Estos tapices de actividad podrán ser asignados a distintas comunidades de vecinos, que decidirán sobre su ubicación y uso, y seresponsabilizarán de su cuidado, como si de un espacio satélite de su comunidad se tratase.

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